Handball Sagrado Corazón venció de local, y de manera agónica, a San Miguel y se acercó a solo un punto del ascenso directo.
El segundo de la tabla general visitó Florencio Varela con ansias de estirar su ventaja hacia su inmediato perseguidor en la pelea por el segundo cupo a Liga de Honor Damas.
Con una tribuna llena de simpatizantes, Sagrado Corazón afrontaba un cotejo clave para sus aspiraciones. Cierto es que hace quince días había conseguido instalarse ya en la cumbre de las posiciones y estrenaban el flamante tercer puesto, que, de hoy finalizar la competencia, le permitiría disputar ida y vuelta contra el tercer peor de la general de Liga de Honor en busca del objetivo de llegar a la elite del handball metropolitano. Sin embargo, la chance de aproximarse a uno de los dos boletos que entrega la Primera Damas estaba en frente.
El partido comenzó parejo, pero eso iba a durar poco. El primer tiempo se caracterizó por las rachas positivas de ambos lados, en distintos momentos, con incidencia marcada en el resultado. Llegando a los 15 minutos del primer tiempo, San Miguel estaba arriba 6 a 5 y las locales empezaron un verdadero festival. En pocos minutos lograron un parcial de cinco goles a uno y obligaron a sus rivales a frenar el reloj con un tiempo muerto.
La respuesta de San Miguel fue similar, y con un sprint final de siete a uno se marchó victorioso al entretiempo 14 a 11, pero la vuelta del vestuario no les sería tan positiva.
La distancia de tres goles llegó a ser tan solo de uno en poco tiempo transcurrido del segundo tiempo. La marca personal a María Alejandre complicaría por momentos al ataque del Sagrado Corazón, que sin embargo se despachó con varias anotaciones cerca del cierre. Algunos intentos acelerados de las locales se tradujeron en pérdidas de pelota y contraataques que muchas veces terminaron en gol, y otras tantas en salvadas de Nicole Olivera, que hacía reventar las palmas de todos los presentes en la cancha.
El final fue sencillamente emocionante. El Sagrado se arrimaba a un gol, San Miguel lograba adelantarse a dos otra vez, por momentos parecía que se venía el empate y el clima era un hervidero. Cada gol de las de blanco, verde y negro, que corrieron de atrás casi todo el partido, se gritaba apasionadamente por todas las jugadoras de inferiores que ya no estaban en las gradas, sino abajo, al lado de la cancha y hasta con ganas de entrar a jugar ellas.
A falta de 16 segundos el tablero al fin marcó al visitante debajo en el resultado: 24 a 23. La última pelota, que se jugó después de un tiempo muerto, tensión mediante, fue defendida de manera estupenda y así el Sagrado Corazón festejó hasta las lágrimas una nueva victoria, que no solo las mantiene terceras y con chances en el partido de Reubicación para subir, sino que las deja a un tanto del ascenso directo.
Informe: Gabriel Escobar
Fotos: Nestor Lamagni
